REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
INSTITUTO PEDAGÓGICO DE BARQUISIMETO
“DR. LUÍS BELTRÁN PRIETO FIGUEROA”
DEPARTAMENTO DE LENGUA Y LITERATURA
PARTICIPANTES:
Díaz, Oriana. C.I 19.697.366
Martínez, Francibell. C.I 14.404.
Mavare, Aury. C.I 20.249.623
SECCIÓN: 8LL01
PROFESOR: José A. Castillo
CURSO: Didáctica De La Especialidad
Barquisimeto, marzo 2011
“Ser Humano implica Ser Lingüístico”
Es así que desde la ontología del lenguaje se acuña el siguiente postulado:
El ser humano vive y se proyecta a través de su lenguaje, de allí decimos que el hacer y el pensamiento, nacen en la vida.
Es por eso que de la vida misma surgen las ideas.
El arte de hablar en público se llama oratoria, la misma ha sido utilizada por el hombre desde tiempos inmemoriales; en su condición natural de ser social y gregario, siempre ha necesitado de un medio efectivo para transmitir sus impresiones y vivencias –la oratoria constituye un medio oral que por miles de años ha demostrado su efectividad- de ahí que, aún, en nuestra moderna sociedad; computarizada e informatizada, su uso continúe vigente y sea motivo de esmerado estudio para lograr su dominio y correcta utilización.
Consistente en aquel don de la oratoria, que ha estado sujeto a transformaciones, desde la antigüedad, hasta nuestros días.
La Oratoria ocupa un lugar especial, en la vida misma. El poder de la convicción, de representantes de cada país, es menester en un mundo de transformación. Estas transformaciones si fuesen en su totalidad, colmadas de ética y moralidad, cuán grande y evolucionado sería la existencia de cada ser.
La Oratoria, es pues, unos de los elementos fundamentales en la unificación de criterios, y la comprensión y el estímulo de masas.
Su intrínseca facultad de la oratoria, está inmerso en cada ser humano, aflorarlo y desarrollarlo es una de las metas de las personas que buscan un bienestar. Al decir bienestar, no deseamos que se entienda como un bienestar propio y egoísta, más por el contrario ha de entenderse, como la búsqueda de un real bienestar colectivo y mancomunado, velando los intereses de los valores que contribuyan en la materialización de una sociedad justa y no simplemente aquellos que constituyen valores suntuosos y superfluos, de bienes materiales y hacen uso de esta herramienta solo para engañar y manipular a las masas.
La oratoria, muy bien encaminada, por parte del poseedor, se beneficiará de grandes satisfacciones para su realización. La vida tendrá un nuevo sentido si lo conjuga con lo excelso de la existencia humana.
Es así, que en la edad contemporánea, se ha dado mayor soltura al aprendizaje de la oratoria, ya se nos es común apreciar, hoy en días, las infinitas invitaciones a cursos de enseñanza mediante folletos, impulsados por grupos culturales, escuelas de formación ideológica, para contribuir y hacer de la oratoria
un factor de soltura, y de nuevas opciones.
Han quedado olvidadas y en buena hora, aquellas costumbres de las épocas pasadas, que era requisito fundamental dominar los gestos pintorescos, la modulación esterilizada, las posiciones acomodadas, las miradas precisas, etc.
Los cuales, el daño que realizaban eran muchas veces tremendas para el orador, quien se preocupaba más en los factores externos de visualización, olvidando los internos que nacen del corazón del verdadero orador. Estos factores internos deben ser primero cultivados, los restantes vendrán de añadidura. Si un orador, debe demostrar sinceridad, antes bien debe ser sincero consigo mismo y con los demás.
Estas cualidades sólo son obtenidas, en el tiempo; ganadas por las experiencias objetivas de la vida. Todos estos aspectos, son tomados en cuenta en la actualidad. Hoy, no se busca ser engañado sino comprendido, escuchado, valorado, orientado y legitimado.
En la guía que a continuación se presenta se dan herramientas para:
Saber,
Comprender
Poner en práctica
Leer
Prestar atención
Y de esta manera entrar al fascinante y apasionante mundo de la oratoria.
Es objetivo de la presente guía de Oratoria es inculcar un conjunto de principios, técnicas y procedimientos que permitan conocer, dominar y aplicar en forma objetiva el arte de hablar en público, de tal forma que podamos sobresalir como excelentes oradores en todas las esferas de una sociedad justa donde desenvolvemos nuestra vida física, social, afectiva y laboral. A través de esta guía encontraremos las pautas teóricas que nos guiarán por el mundo de la elocuencia y junto a ellas, los ejercicios prácticos que deberán ejecutarse para un dominio efectivo de la oratoria.
Oratoria es una palabra que proviene del vocablo latino oratorĭa y que está vinculada al arte de hablar con elocuencia. El objetivo de la oratoria suele ser persuadir; por eso, se diferencia de la didáctica (que busca enseñar y transmitir conocimientos) y de la poética (intenta deleitar a través de la estética).
La oratoria, por lo tanto, pretende convencer a las personas para que actúen de una cierta manera o tomen una decisión
Para efectos de enseñanza de la oratoria nosotros planteamos la siguiente definición:
“Conjunto de principios y técnicas que permiten expresarnos, principalmente de manera oral, con claridad, facilidad y sin temores, ante un público numeroso y variado, con la intención de transmitir un determinado mensaje”
Es importante precisar, también, que la Real Academia de la Lengua Española define a la oratoria como el “arte de hablar con elocuencia; de deleitar, persuadir y conmover por medio de la palabra.” Un concepto que se complementa armoniosamente con la definición que consignáramos en líneas anteriores.
Por oratoria se entiende , en primer lugar, el arte de hablar con elocuencia. En segundo lugar, es también un género literario formado por el discurso, la disertación, el sermón, el panegírico, etc.
En este segundo sentido, más amplio, se aplica en todos los procesos comunicativos hablados, tales como conferencias, charlas, exposiciones o narraciones. En todos los procesos orales se aplica la oratoria y su finalidad, por lo general, es persuadir. Esta finalidad de lograr la persuasión del destinatario es la que diferencia la oratoria de otros procesos comunicativos orales.
Del mismo modo que la finalidad de la didáctica es enseñar y la de la poética deleitar, lo que pretende la oratoria es persuadir. La persuasión consiste en que con las razones que uno expresa oralmente, se induce, mueve u obliga a otro a creer o hacer una cosa. Ahora bien, no es su única finalidad. En la oratoria, como en cualquier forma de comunicación, concurren cinco elementos básicos, a menudo expresados como "quién dice qué a quién usando qué medio con qué efectos".
Cincuenta consejos a los oradores:
1. Corrija cualquier defecto en su voz, hasta obtener una dicción clara y sonora.
2. aprende a articular las silabas y las palabras. La calidad de una voz no se mide por la rapidez, sino por su limpieza.
3. Asegúrese de que puede controlar sus nervios y no perder fácilmente la serenidad
4. A fin de vencer el miedo natural al público, empiece pronunciando discursos de escasa transcendencia ante un público modesto.
5. No sea engreído. Dese confianza pensando que el público, tal vez porque no lo conoce, no espera gran cosa de usted
6. No gesticule por deber, los gestos y los ademanes han de ser reflejo espontaneo de su personalidad y emociones sinceras.
7. No trate de forzar la adquisición de una técnica de oratoria para impresionar al público. Ya ira llegando por sí sola, con la práctica.
8. Prepare y pronuncie sus discursos manteniéndose fiel a las leyes básicas de la gramática. La oratoria es una alta manifestación del idioma.
9. No emplee palabras cuyo significado no conozca exactamente. No confunda el significado de las palabras parecidas.
10. Enlace correctamente el significado de las palabras y las frases, formando oraciones gramaticalmente correctas, aunque con las tolerancias propias del lenguaje hablado.
11. No deje frases truncadas, a menos que sea con la intención premeditada de provocar una atención especial en el oyente.
12. Pronuncie debidamente cada palabra, de acuerdo con las reglas gramaticales. (Puede tomarse algunas licencias en los discursos de tipo familiar).
13. Mientras no posea una larga practica y una gran confianza en sí mismo absténgase de pronunciar discursos totalmente improvisados.
14. Prepare siempre su discurso con la mayor anticipación posible, escribiéndolo total o parcialmente, o bien tomando notas escritas.
15. No tengan ningún inconveniente en consultar sus borradores o notas en presencia del público.
16. Si quiere que su discurso parezca una improvisación, tome aparte de los mentales, notas escritas en algún lugar estratégico y consúltelas disimuladamente.
17. Ordene las notas tomadas de acuerdo con las importancias escalonadas con que deben ser expuestas las ideas.
18. Procure tener siempre a la vista una guía recordatoria del discurso que va a pronunciar.
19. Busque antes que nada, ideas para desarrollar el tema propuesto.
20. Centrarse en el tema del que se trata, evite desviarse y pasar a otro temas.
21. Todo discurso debe tener un fondo y este fondo son las ideas transmitidas al prójimo.
22. Las primeras ideas acudirán fácilmente si usted se concentra unos minutos y luego, por asociación, la una irá trayendo a la otra.
23. Las palabras, sin ideas, serán como una casa que solo tenga fachada. Recuerde siempre que las palabras siempre son un medio y no un fin es por eso que todo discurso debe ser sobre la base de las ideas.
24. Conceda unidad a su discurso, que sea solo una pieza oratoria.
25. Procure que cada frase, cada párrafo, proceda de lo anterior y determine lo siguiente. Dale al discurso una continuidad natural, fluida. Evite saltos y vacios.
26. Haga que su discurso posea un ritmo emocional.
27. Procure que su discurso no decaiga ni permanezca estacionado en un tiempo demasiado largo.
28. Deje libremente que la voz y el gesto, sin forzarlos, pero también sin frenarlos, lo vayan conduciendo gradualmente, hacia el clímax de su discurso.
29. Recurra sin excederse a las olas emocionales, poniendo en juego todos los recursos de su técnica.
30. No olvide que las probabilidades de triunfo de un orador están en proporción directa a la calidad del discurso que pronuncia.
31. Compórtese con naturalidad ante su auditorio. Sea siempre usted mismo.
32. Ante situaciones previstas, conserve siempre la serenidad.
33. Piense que el éxito de su actuación está por encima de todo.
34. No pierda el control de sus nervios ni el hilo de su actuación pase lo que pase.
35. En materia de estilo, comience a escoger el que más se adapte a su personalidad.
36. Conozca sin embargo los demás estilos, a fin de enriquecer el suyo propio. Estudie y a analice las obras de los grandes oradores.
37. Evite la monotonía, no se limite a un solo estilo.
38. recuerde que no hay estilos buenos ni malos, todos pueden ser buenos si se saben emplear con elegancia.
39. Sin renunciar en ningún caso a su propio estilo, embellézcalo, con los recursos de otros.
40. Escoja para cada caso el género oratorio más apropiado.
41. Considere en nivel social y cultural de su audiencia.
42. Considere la naturaleza del acto y su significado, tanto aparente como intimo.
43. Considere circunstancias como las condiciones del lugar y duración del discurso.
44. Baraje hábilmente los estilos y géneros a su alcance.
45. Para ayudar a su formación como orador, dedíquese a escuchar a otros oradores, estudiando sus virtudes y sus defectos, aplicándose después así mismo los resultados de sus observaciones.
46. Procure estudiar, mientras pronuncie su discurso, las reacciones del auditorio, y saque las consecuencias lógicas del caso.
47. Pida la opinión acerca del discurso pronunciado a amigos y extraños. Observe el grado se sinceridad de las palabras y los comentarios “entre líneas”, deduciendo la impresión real que tienen de su discurso.
48. Después de un discurso, estudie razonadamente y fríamente las posibles causas del éxito o del fracaso.
49. Empéñese en corregir los puntos débiles de su actuación como orador, esforzándose para que cada nueva actuación supere la anterior.
50. Aunque tenga mucho éxito, siga estudiando y perfeccionándose, pues en el terreno de la oratoria siempre hay mucho que aprender.
¡Todos debemos aprender a hablar en público!
Ejercicio de flexibilidad facial, lengua y mandíbula
Recomendamos realizar los siguientes trabalenguas con la finalidad de desarrollar una buena dicción, puesto que contienen frases de difícil pronunciación y un juego silábico que permite analizar el uso de las vocales, ya sean abiertas o cerradas, y el uso correcto de los componentes de la boca, responsables de una buena articulación en las consonantes. Este trabajo es de mucha utilidad para aquellas personas que trabajan mucho con la oratoria (expositores, ponentes, docente), en estudio de la locución y también para el canto popular.
"Si al pronunciar
te trabas con las palabras,
practica con trabalenguas,
porque trabalenguando,
trabalenguando,
te irás destrabalenguando"
Paco Peco, cura rico,
afirma que poco peca
prestando al catorce y pico,
porque al quince presta Meca,
y ayer le dijo una babieca:
Pecas poco, Paco Peco.
En parte de las partes
que tú repartes,
vi que partes muy pronto
para otras partes.
Yo quedo aparte,
pero si partes, me partes
de parte a parte.
Parra tenía una perra
Y Guerra tenía una parra.
La perra de Parra rompió
La parra de Guerra.
Entonces Guerra cogió una porra
Y mató a la perra de Parra
Oradores de la historia
Los abajo mencionados se consideran unos de los grandes oradores de la historia:
• Entre los griegos: Lisias, Gorgias, Pitágoras, Pericles, Demóstenes, Esquilo e Isócrates.
• En Roma: Julio César, Cicerón y Hortensio, Octavio Augusto, y de menor grado, Marco Antonio el Orador y Lucio Licinio Craso el Orador.
• Entre los modernos: Simón Bolívar, Robespierre, Adolf Hitler, Benito Mussolini, Vladimir Lenin, Fidel Castro, Nelson Mandela, Ho Chi Minh, Jorge Eliécer Gaitán, Salvador Allende, Martin Luther King, Otto von Bismarck, Ernesto "Che" Guevara, Hugo Chávez Frías, Winston Churchill, Mahatma Gandhi, Josef Stalin o Juan Domingo Perón
El presente espacio virtual aproxima a docentes y estudiantes a una nueva concepción de la Lengua, revalorizándola como disciplina fundamental, ya que atraviesa todas las áreas del aprendizaje, transformándose en una herramienta que funciona como base del aprendizaje, facilitadora y mediadora para el abordaje de cualquier conocimiento desde sus cuatro habilidades: Hablar y escuchar (Comprensión y Producción Oral), leer y escribir (Comprensión y Producción Escrita).
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